Beatriz Manrique
bmanrique@cincosentidos.org
¡Hola a todos! Hoy quiero hablarles sobre la película de Barbie, dirigida por Greta Gerwig, y las lecciones de liderazgo que podemos extraer de ella.
Imagina abrir una caja de tu juguete favorito de la infancia. Las emociones que surgen no son solo sobre la ansiedad por descubrir lo que hay dentro, sino también por la fantasía de que estos juguetes cobren vida. No caminan ni bajan escaleras; vuelan de un lugar a otro, llevados por nuestras manos. Esto es exactamente lo que Gerwig expresó en una entrevista y lo que ha recreado en su película: un mundo de plástico lleno de colores y modas de los años 50 y 60 que vuelve a la vida en la gran pantalla.
En el proceso de hacer esta película, cada detalle fue meticulosamente discutido y analizado, desde los tonos precisos de rosa hasta los estilos de las casas abiertas. Este esfuerzo requirió un balance entre distintos profesionales. Fueron muchas horas de discusiones y reflexiones que nos enseñan una gran lección sobre liderazgo: la importancia de la colaboración, la paciencia, la escucha y el trabajo en equipo.
Esta película también nos enseña sobre la importancia de conectar con nuestras emociones y las de los demás. Recordar cómo jugábamos de niños, cómo esas emociones aún impactan en nuestras vidas hoy, y cómo podemos revivir esos sentimientos, es esencial para conectar con el público y captar su interés en la vida de Barbie. Liderar desde las emociones es un arte que necesitamos desarrollar, porque en la vida real, siempre debemos establecer conexiones para guiar a las personas hacia los objetivos que buscamos alcanzar.
Incluso en decisiones aparentemente simples, como elegir tonos rosados para una película, se encuentra la esencia del liderazgo: tuvieron que resistir la simplificación y fomentar la diversidad de ideas. En medio de largas discusiones, es fácil caer en el «rosado es rosado», pero el valor radica en percibir y valorar cada matiz. Esto, que a menudo no se enseña en el colegio ni se practica suficientemente en la vida corporativa, demanda verdadera tolerancia, escucha activa y la inclusión de diversas experiencias y culturas.
Barbie se enfrenta a la realidad de su propia mortalidad y busca un propósito. Esto la lleva a darse cuenta de que su misión es ayudar a los demás. Como bien dijo Carl Jung, “La soledad no proviene de no tener personas a tu alrededor, sino de ser incapaz de comunicar las cosas que parecen importantes para ti.” Los juguetes pueden estar rodeados de niños, pero si no teníamos con quién jugar, o nos refugiábamos en el juego ya sea con muñecas, camiones o videojuegos por la tristeza, nos damos cuenta de la importancia de la conexión y comunicación genuina. Liderar nos recuerda la necesidad de estar verdaderamente conectados y, para eso, hay que aprender a comunicarnos en un mundo socialmente vivo.
Es que, si no pensamos más allá de nuestra superficie, si no nos cuestionamos, nos quedamos como Barbie y Ken metidos en la caja, en la caja, sin abrir, plastificados y sumisos, sin dar un paso más, sin reflexionar y liberar el potencial que traemos.
A pesar de que Mattel, la compañía que produce Barbie, pudo aumentar sus ventas y romperla con la estrategia de marketing después de la película, somos nosotros quienes decidimos si compramos o no su mundo y sus ideas. No podemos permitirnos quedar atrapados en el mundo del consumismo que nos hace creer que necesitamos tener todo para ser felices. En lugar de eso, debemos buscar momentos de reflexión, salir del piloto automático y preguntarnos:
- ¿Cómo puedo resistir la presión del consumismo y los algoritmos que buscan influir en mis decisiones, y mantenerme fiel a mis propios valores y decisiones?
- ¿Cuál es esa debilidad que me cuesta reconocer pero sé que, si mejoro, me ayudará a tener un mayor control sobre mi vida?
- ¿Qué cosas estoy postergando que podrían tener un impacto significativo en mi vida si las enfrento hoy?
- ¿Cómo puedo cultivar la paciencia y la habilidad para escuchar más a los demás en mi camino hacia el liderazgo?
Y ahora, para aquellos de ustedes que han llegado hasta el final de este artículo, una pequeña sorpresa: en realidad, escribí este artículo para los jóvenes de 15 a 22 años en mi club de liderazgo.
Es esencial liberarnos de las envolturas que nos confinan, restringen nuestro potencial y sofocan nuestro pensamiento crítico. Alimenta tu capacidad de análisis y fomenta conexiones humanas auténticas. No somos simples muñecos de plástico, somos seres humanos capaces de liderarnos a nosotros mismos, innovar y transformar el mundo. Y todo comienza con la decisión de salir de la caja.
Ni siquiera una película taquillera decide tus ideas; somos nosotros quienes, con nuestro pensamiento crítico, podemos extraer las reflexiones de ella. Este tipo de enfoque sobre temas polémicos puede abrir una conversación interesante, no solo de liderazgo, sino también de cómo analizar con nuestros hijos cuando se exponen a una variedad de puntos de vista y experiencias. Esta es una oportunidad para profundizar en cuestiones relevantes y desafiantes que muchos padres enfrentan en el mundo de hoy
Para mi el objetivo no es invertir la pirámide de poder. No se trata de invertir los roles de sumisión de mujeres sobre hombres, sino de fomentar un mundo en el que todos se complementen. Quizá eso sea lo que Barbie descubra al quedarse en el mundo real en la siguiente entrega, o quizá no. Pero tu realidad es la que realmente importa, y esa es la que puedes controlar. Eres el protagonista de tu vida; tú diriges tu futuro hoy. ¡Gracias por leer y hasta la próxima!